Podemos definir la garantía hipotecaria como el derecho que otorgamos a otra persona, ya sea física o jurídica, sobre un inmueble de nuestra propiedad para asegurar el pago de una deuda contraída con esta. De ese modo, si no se reintegra el importe recibido, la persona o entidad prestataria se convertiría en dueña del citado bien inmueble y podría venderlo para recuperar la cantidad prestada.

A la vista de esa definición, podemos deducir que se trata de un concepto muy utilizado en banca. En muchas ocasiones, estas entidades recurren a los préstamos con garantía hipotecaria para tener más seguridad de que, de una u otra manera, se les va a reintegrar el dinero cedido.

Sobre todo, es una fórmula habitual en épocas de crisis, cuando los bancos son reacios a prestar por el riesgo que tienen que asumir.

Es habitual, por tanto, en la financiación alternativa, en la que al avalar los préstamos con garantía hipotecaria, nos aceptan las operaciones con mayor riesgo y requisitos menos exigentes.

Características de los préstamos con garantía hipotecaria

En muchas cosas, los préstamos con garantía hipotecaria no se diferencian esencialmente de los créditos normales. La diferencia esencial reside, como decíamos, en que el solicitante avala el importe que pide con una propiedad inmobiliaria.

De esa forma, la entidad está más abierta a dejar el dinero, ya que cuenta con esta garantía. Pero, si queremos definir qué es un préstamo con garantía hipotecaria, debemos hablar también de plazos, intereses y cantidad.

Suele ser una fórmula que adoptan los préstamos de capital privado, con las siguientes características:

Cantidad a financiar

Como no son entidades bancarias, sino inversores de capital privado, este tipo de préstamos pueden asumir operaciones que los bancos deniegan.

Es por ello que las cantidades, por ejemplo, pueden llegar a ser mucho más altas.

Plazos de los préstamos con garantía hipotecaria

Respecto al tiempo para devolver el crédito, es variable, pero habitualmente tienen una mayor flexibilidad a la hora de estipularlo.

Como vemos, puede ser un plazo superior al de un préstamo al consumo normal, que no suele pasar de los 60 meses.

Destinatarios del crédito con garantía hipotecaria

En este sentido, los créditos que nos ocupan son igualmente más abiertos desde un punto de vista social.

Mientras los préstamos al consumo normales van preferentemente dirigidos a quienes demuestran unos ingresos fijos y estables y con unas altas exigencias, los que incluyen garantía hipotecaria pueden tener como destinatarios a pensionistas, autónomos e incluso trabajadores con contrato temporal. Incluso algunas entidades los conceden a personas que están en listas de morosidad.

Finalidad

Asimismo, los préstamos en que se incluye garantía hipotecaria pueden tener distintas finalidades, que son más amplias que las de un crédito normal.

Algunos ejemplos son financiar un negocio, cancelar otra deuda o, simplemente, conseguir liquidez.

Rapidez en la tramitación

Otro rasgo propio de los créditos en que se incluye garantía hipotecaria es una mayor agilidad en su tramitación.

Esta suele ser más rápida que la de los préstamos bancarios. Al existir el aval de un inmueble, la entidad nos pedirá menos trámites administrativos.

¿Qué inmuebles podemos incluir en los préstamos con garantía hipotecaria?

En líneas generales, cualquier tipo de propiedad inmobiliaria puede aportarse como garantía hipotecaria en este tipo de préstamos.

Sin embargo, cuanto mayor sea su valor de mercado y la facilidad a la hora de venderla, más sencillo será que el banco acepte la operación y mayor cantidad de dinero nos dará.

No obstante, hay que hacer una precisión muy importante: el inmueble tiene que estar libre de cargas. Dicho de otro modo, no puede estar ya hipotecado y debe ser íntegramente propiedad del solicitante del crédito.

¿Cuándo es recomendable contratar un crédito con garantía hipotecaria?

Cuando, por el motivo que sea, el banco no nos da la financiación que necesitamos.

Liquidar deudas anteriores que nos han llevado a figurar en listas de morosidad, hacer frente al impuesto de una herencia para el que no tenemos dinero, o conseguir financiación sin aparecer en CIRBE son algunos de los supuestos más comunes.

En general, este tipo de créditos son interesantes para quienes, por una razón u otra, no pueden acceder a otras formas de financiación y necesitan obtener dinero.

En resumen, un préstamo con garantía hipotecaria es una operación crediticia en la que incluimos un bien inmobiliario de nuestra propiedad como aval. Por ello, tiene menos requisitos y exigencias, además de permitirnos obtener una mayor cantidad de dinero.

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