Los préstamos para emprendedores y la financiación de nuevos proyectos pueden ser el impulso que nuestra empresa necesita, pero no siempre sabemos dónde empezar a buscar o cuál es el que más se adapta a nuestras necesidades.

En un mundo empresarial tan competitivo como el que vivimos, una buena idea no siempre es suficiente. Para llevar a cabo las acciones que pueden cambiar el tablero, siempre es necesario encontrar una financiación que, además, sea a la medida de nuestras aspiraciones. Y muchas veces no es fácil.

Primeros pasos…

Una vez tenemos nuestro plan en mente, tendremos que ponernos manos a la obra. Para ello, comprobaremos que cualquier primer paso, tendrá que ir encaminado a la obtención de liquidez para empezar a movernos y erigirnos como negocio.

Una de las primeras acciones será la de constituir la sociedad. Esto es algo que, si no tenemos experiencia, podemos encomendar a una asesoría para garantizarnos de que estamos cumpliendo todos los aspectos legales y estamos construyendo las bases de nuestro negocio de manera firme. Además, un profesional especializado podrá instruirnos en el tipo de sociedad que más nos conviene, según la tipología de negocio.

También será necesario elaborar con sumo cuidado nuestro plan de negocio, ya que este marcará las directrices y el rumbo de nuestra actividad empresarial. Además, será tremendamente útil para mostrar a posibles inversores por qué deben interesarse en tu negocio.

Una vez encauzado esto, es momento de pasar a la acción con una financiación alternativa.

Tipos de financiación y préstamos para emprendedores

Existen diferentes tipos de vías para obtener la liquidez que nos dé el empujón definitivo. No hay ninguna mejor que otra en términos absolutos, sino que todas se adaptan mejor a una situación, sociedad, actividad… en concreto, en comparación con las demás.

Por ello, siempre es necesario el asesoramiento profesional para aprender cómo podemos sacar el máximo rendimiento a nuestra recién estrenada empresa.

Financiación privada

Algo habitual en las empresas que nacen es que sus dueños encuentren verdaderas dificultades a la hora de encontrar financiación en las vías tradicionales.

Los exigentes requisitos que el Banco de España impone a la banca comercial hacen que las entidades, incluso las más grandes, opongan serios obstáculos a la hora de conceder financiación.

Para ello, el capital privado supone una opción loable a la hora de obtener financiación, al tratarse de préstamos más flexibles, con requisitos mucho más amplios, y la misma seguridad del banco tradicional.

Así, si no tenemos un dinero ahorrado o necesitamos un mayor capital semilla, podemos siempre acudir a los préstamos privados.

Este tipo de préstamos, además, es útil también para servir como financiación para autónomos o como préstamo para emprendedores con garantía hipotecaria, ya que no hace falta contar con una suma de dinero previa a la firma del préstamo. Tan solo es necesario una propiedad libre de cargas.

Tu idea de negocio, a buen recaudo

Si estás pensando en emprender y no encuentras el modo de financiarte, en London Capital siempre están ahí para escucharte.

Con ellos, podrás tener asesoramiento en la constitución de la sociedad, analizarán tu nicho y elaborarán tu plan de negocio, llevarán al día tu gestión financiera y contable si lo deseas y, lo más importante, buscarán inversores para que tu idea salga adelante.

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Miguel Garvía

CEO & Partner