El sector financiero está viviendo su mejor época desde el inicio de la crisis. No obstante, y según datos del Banco de España, durante el mes de abril la tasa de morosidad se ha situado en el 6,77 %, lo que supone 82.635 millones de euros, la cifra más baja registrada en más de un lustro. Y es que ahora son muchas las fórmulas alternativas que pueden ayudarnos a afrontar deudas, como los préstamos para morosos de capital privado.

En marzo, esta cifra era ligeramente superior, un 6,80%, lo que supone la reducción de 658 millones de euros en números completos. ¿Cuáles han sido las circunstancias que han propiciado esta caída?

Causas que hacen descender la morosidad

La economía de España

La recuperación económica es, sin duda, el principal factor que está rebajando la lista de morosos en España, tanto si hablamos a nivel particular como del tejido empresarial. La subida constante en la tasa de empleabilidad, unido a un mayor consumo y optimismo empresarial está beneficiando a toda la sociedad.

La Administración española

La Administración también está contribuyendo a la mejoría del sector, porque ahora atesora una mayor capacidad de pago y está haciendo frente a los créditos de una manera más organizada que hace unos años.

El saldo crediticio

Otra explicación de esta tendencia a la baja que hay en los préstamos para morosos, algo menos optimista que la anterior, es que el saldo crediticio total lleva unos meses bajando, debido al esfuerzo de los españoles para deshacerse de su deuda. No obstante, aún lo están haciendo a ritmos bastante lentos, según apuntan los datos.

 

Por el contrario, las entidades crediticias aún no están abriendo la concesión de créditos tanto como se desearía. Es en este sentido que aparecen los préstamos de capital privado, por los que cualquier persona puede obtener la financiación que necesita, con tan solo tener un aval hipotecario.

Así, muchas personas han optado por saldar sus deudas a través de estos préstamos, ya que se conceden incluso a personas o empresas que están en ficheros de morosos. Además, su concesión no aparece en el CIRBE, por o que no habría problema a la hora de volver a solicitar nuevos créditos.

Cómo saber si estoy en una lista de morosos

Aunque la ley establece que si caemos en una lista de morosos debemos ser informados en menos de 30 días, y a través de carta certificada, lo cierto es que son muchas las situaciones que nos impiden enterarnos de este movimiento. A veces, envían la carta a direcciones antiguas o estas se pierden y no es infrecuente que nos enteremos cuando vamos a pedir un crédito, por ejemplo.

Entonces ¿cómo saber si estoy en lista de morosos antes de que sea demasiado tarde? Lo mejor es consultar nuestros datos en las tres principales bases de datos de morosos que existen en la actualidad en España: ASNEF, RAI y CIRBE.

Se puede iniciar el procedimiento de forma online. Cada una de ellas nos va a solicitar una documentación concreta para hacer la consulta, teniendo en cuenta que no comparten datos. Lo mejor es consultar las tres para estar seguro de que no estamos en la lista negra de ninguna de ellas.

Para entrar en ASNEF, debemos facilitar el DNI, nuestra dirección postal e información sobre la deuda por la que supuestamente hemos acabado ahí. Por otra parte, para entrar en CIRBE necesitamos rellenar un formulario y poner el DNI, que es lo mismo que necesitaremos para consultar el RAI.

Hemos de tener en cuenta que los resultados solo se podrán retirar de forma presencial en algunas de las oficinas de estos organismos, o bien solicitando que lo envíen a nuestro domicilio a través de una carta certificada. No es inmediato; de hecho, pueden tardar hasta un mes desde que solicitamos el acceso a la web, por lo que es mejor que, si tenemos sospechas, lo gestionemos cuanto antes.

Cómo salir de la lista de morosos

Estar en la lista de morosos puede suponer un gran problema si necesitamos acceder a algún tipo de financiación o dar de alta ciertos suministros básicos, como la luz, el agua o la electricidad. Por ello, es muy importante saber cómo salir de la lista de morosos, una vez que hemos comprobado nuestra inclusión en ella. La respuesta es muy sencilla: pagando la deuda.

Una vez que hagamos frente al pago, la empresa que gestiona las listas comprobará con la acreedora que ya no existe impago y después, dispondrá de un mes para retirar nuestros datos de su base de datos.

Si constamos en un fichero de este tipo, es altamente improbable que podamos solicitar un préstamo o crédito para hacer frente a esta deuda. Por eso, algunas entidades de capital privado como London Capital ofrecen ayuda financiera para este tipo de situaciones en las que no tenemos dinero y queremos responder al pago de una deuda.

A veces, ocurre que nos comunican que nuestro nombre está dentro de una lista de morosos, pero la supuesta deuda puede deberse a un error, a algún conflicto con nuestra compañía de Internet o a algún malentendido con una empresa que nos ha prestado un mal servicio.

En estos casos, es importante denunciar este hecho, ya que las empresas deben demostrar que realmente hay un impago para evitarnos los problemas que acarrean estas situaciones. Para ello, los responsables de las bases de datos tienen que verificar que la deuda es cierta, está vencida, que es exigible (según establece la ley) y que no tiene nada que ver con la denominada deuda disputada. Es decir, que no tiene razón de ser en un registro de morosos.

En definitiva, los datos que avalan una tendencia a la baja en la morosidad de los créditos son una buena noticia para la economía del país. Significa no solo que estamos recuperando el ritmo anterior a la crisis, sino que las familias españolas tienen una mayor capacidad para consumir y afrontar sus pagos.

No obstante, sigue habiendo un porcentaje de morosos cuya situación se puede ver afectada a la hora de pedir un nuevo crédito, una hipoteca o dar de alta suministros básicos como la electricidad. El registro es público y cualquiera puede consultarlo, así como lograr salir de esa lista negra, simplemente con el pago de la deuda.

Afortunadamente, estas moras se abonan cada vez más gracias a fórmulas financieras como los créditos de capital privado que ofrecen cantidades muy elevadas en préstamo en aquellas situaciones en las que la banca convencional nos cierra la puerta.

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Carlos Fernández

Director de operaciones